No sé por dónde empezar. Tal vez lo mejor sería hacer un mea culpa por no haber visto esta película antes. Escuché tanto que era buena, que redefinía el cine independiente estadounidense, que su único Premio Oscar era poco para lo que Juno le entregaba a los espectadores, etc, etc, etc, que pensé que por tanta bulla en el ambiente al verla me parecería un desastre o que simplemente me decepcionaría. Gracias a Dios estaba equivocado, ya que Juno me entregó una experiencia fantástica frente a la TV, en la que la mezcla de emociones era tan natural como el cambio de género, de drama a comedia, de comedia a romance y de romance de vuelta al drama. Jason Reitman en la dirección, Diablo Cody en el guión y un fantástico reparto liderado por Ellen Page nos presentan una historia cautivadora en la cual, de una u otra manera, vemos reflejadas nuestras vidas o al menos parte de ella. Seguir leyendo