Yo soy de aquellos que nunca leyó el comic de Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons, y fui al cine con un amigo que sí lo había leído. Ambos salimos satisfechos por lo visto en la película de Zack Snyder, él por ver el «comic en movimiento», una más que prolija e hiper cuidada adaptación, y yo por ver una película de superhéroes distinta a todas las vistas anteriormente. Para mi, The Dark Knight fue la mejor película de superhéroes de la historia, con puntos fuertes en todos los aspectos y solo una carencia, la ausencia de brutalidad gráfica, de violencia física explícita. Watchmen no tiene esa carencia. Estamos frente a una película que aunque no es tan realista como The Dark Knight, es más humana… brutal, sórdida e inmoralmente humana. La adaptación de Snyder de la obra de Moore y Gibbons es un espejo de nuestra sociedad, en lo que se podría convertir sin mucha dificultad, sólo hace falta girar mal en una curva. Seguir leyendo